Más allá de un homenaje a la labor del cotero o a uno de los cultivos más importantes del mundo, este post, exalta a los corazones sencillos, alegres y de buena actitud que habitan la ciudad. Desde la media noche y por varias horas, muchos de esos corazones, llevan sobre sus hombros, incontables bultos con esfuerzo y voluntad. Ya en la mañana con los primeros rayos del sol y con el deber cumplido, no es de extrañarse, encontrar expresiones ausentes o bien por el cansancio o por las pocas prebendas q ofrece este trabajo, sin embargo entre la multitud, son muchos hombres con sonrisas cálidas en sus rostros y los chistes, el tinto y la camaradería, hacen parte del comienzo de un nuevo día.
Fabián Mora es uno de ellos, lleva casi 10 años en esta labor y en medio de sus compañeros se percibe su liderazgo, disposición y alegría contagiosa.
“El vino es rayos de luz, unidos por el agua” Galileo Galilei.